Bueno, este es un libro del que todos hemos oído hablar, se podría decir que es un clásico y yo no lo había leído y el título me atraía, así que, por fin me decidí a ponerme con él.
Si tuviera que clasificarlo en un estilo, diría que es un libro filosófico, aunque tiene una historia de fondo, sin embargo la historia no es lo más importante, se muestra desdibujada, desordenada e incompleta y muchas veces no sabes a qué personaje se está refiriendo, te sientes perdido en su lectura hasta que de repente, te encuentras de nuevo y sigues adelante.
Es un libro "flecha", de esos que apuntan directos al centro, te encuentran y te hacen reflexionar, está escrito sin florituras, duro, directo, descarnado, incluso grosero, pero al mismo tiempo es sensible y dulce y ahonda en los sentimientos y actitudes del ser humano de una forma que no puede dejarte indiferente.
No es un libro que se lea fácil, no puedo decir eso, ni es un libro entretenido, tampoco, no es el típico libro de verano, hay que dedicarle tiempo y pensar sobre lo que se lee.
Entiendo que sea un clásico, ya que es innovador y resulta chocante que alguien como Kundera, con esa apariencia de hombre rudo y fuera de la sociedad, llegue hasta lo más íntimo del ser humano, haciendo que nos quedemos totalmente desnudos ante él, si acaso, aún podemos conservar un viejo sombrero con el que ocultar un muy pequeña parte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario