Este libro del islandés Arnaldur, podríamos decir que pertenece al género de novela negra, policiaca. Se lee de forma fluida, es rápido y siempre están sucediendo cosas. Hay muchas historias, muchos personajes y todas las historias son interesantes.
Los diálogos son curiosos, igual que el ritmo. No hay muchas descripciones. Lo peor es leer los nombres islandeses, son muy complicados y retrasan la lectura, jeje.
No suelo leer mucha novela negra, pero este libro me ha gustado, no es una obra maestra, pero se deja leer con agrado.
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