Libro de moda, quizá porque su autora ya no vive, pasa con mucha frecuencia que los escritores tienen más reconocimiento en muerte que en vida, este es uno de esos casos.
Lucía vive una vida difícil, en muchos momentos sin recursos económicos, por lo que realiza un trabajo de limpieza de casas privadas, hecho que da título a este libro.
Me ha pasado una cosa curiosa con él, que me ha gustado más al terminarlo que mientras lo leía, puede que Lucía tenga esa capacidad de dejarnos pensando en ella cuando ya no está y quizá en su presencia sentirnos demasiado agobiados, demasiado presionados por su gran intensidad.
Quiero mostraros una foto de ella:
De hecho, tres fotos correspondientes a 1990, 93 y 99. Ella muere en 2004, justo el mismo día que nació, 68 años después. Hay algo extraño en las vidas de las personas que viven momentos importantes el día de su cumpleaños, momentos como su propia muerte, es como si cerraran un círculo, nacen y mueren el mismo día, cumplen un propósito o pasan desapercibidos. Quizá estén unidos a un lazo invisible, pero presente con sus antepasados. En este caso Lucía revive de alguna manera la vida de su madre, una madre alcohólica que no cuida de sus hijos y que se toma la vida como viene, sin más.
He cometido un error con este libro y es pensar que era un libro, con un principio, una historia y un final, eso ha hecho que en muchas ocasiones me sintiera perdida, no supiera qué estaba pasando, no me identificara con nada, no reconociera a los personajes... No es un libro, es la recopilación de cuentos escritos por ella, en esos cuentos va narrando su vida, nos va contando todas sus caras, sus momentos, sus profesiones, va dando saltos de una a otra, como si hubiera tantas Lucías como relatos hay en el libro y cada una de ellas empieza y acaba con cada relato.
Me hubiera gustado saberlo antes de empezar a leerlo, sobre todo para apreciarlo mejor, para no esperar un final, para no precisar un hilo conductor.
Los libros de relatos no me gustan, casi nunca los acabo, este me ha costado mucho, de hecho deseaba que se acabara cuando me quedaban unas 100 páginas, desde ahí se me hizo largo y pesado, quizá esa parte de su vida me haya gustado menos, no se. Sin embargo hay relatos que nunca olvidaré.
Recomiendo su lectura desde esta premisa, hacerlo con calma, no buscando nada más, porque no hay nada más, ella es así, directa, no da vueltas, no decora, solo ES.
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