Novela de David Llorente, filólogo que vive en Praga y se crió en Carabanchel, donde discurre este libro. Es la primera vez que leo algo suyo, recomendación de un compañero de trabajo con gusto por la novela negra.
Sorprende desde el primer párrafo, el ritmo es, digamos, poco habitual, los diálogos, las descripciones, todo es muy personal. Ese vomitar palabras separadas por comas que te llevan a un estado anímico, casi siempre desagradable. Ese desarrollo de la acción que siempre va a más y que siempre sorprende, ese entorno agobiante, las obras, los ruidos, el calor, esa desidia de los personajes.
No es un libro fácil, ni divertido, ni agradable de leer, sin embargo, no puedes parar de hacerlo.
Recomendado para aquellos que disfruten con la realidad sin maquillaje.
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