La originalidad de este libro es la capacidad de cruzar la línea, de ponerse en la piel de un judio y en la de un soldado alemán, está en mostrar cómo vivieron los judíos del gueto y en mostrar cómo los soldados alemanes fueron enviados a una guerra de la que nada sabían, cómo sufrieron los bombardeos y tuvieron que huir de sus casas, cómo fue su vida en los campos de trabajo de Siberia y como fue su vuelta a Alemania y lo que allí encontraron.Este libro trata sobre el gueto de Varsovia, sobre el comienzo y final de la ocupación alemana, pero trata de mucho más, es la historia de un niño que vive antes de la guerra, durante y después, pero además es la historia de un soldado alemán que es destinado a Varsovia, donde siguiendo órdenes hace cosas que le gustaría olvidar.
Me ha gustado leer esa doble visión de una misma realidad, que a priori parece tan distinta, tan irreconciliable, sin embargo, me ha faltado un final que anudara todas las cosas, que sirviera para algo. También en ocasiones me ha parecido demasiado sencillo resolver todo con las marionetas haciendo de éstas las protagonistas del libro y no un medio, tal y como yo las veo.
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